Ella

Ella

La noche me golpeo al mirarla
y cobardemente se escondio en su figura.
Mis mejillas aun me arden...
¡Que noche de locura!
Sometido al hechizo de su cara de niña
trate de acercarme,
sin percatarme de que ella,
ella tambien queria atraparme.
Mis ojos se hicieron prisioneros de su cuerpo.
Y mi boca quedo embrujada por su aliento.
Y casi sin darnos cuenta
nos dimos el primer beso.
Fue como una estampida del mil hadas,
que hicieron temblar nuestros cuerpos,
hasta romper los velos de la carne
que se encontraba presa de nuestros sentimientos.
Fue asi como sucedio,
ella se apodero de mi mente,
de mi cordura, de mi corazon,
por la adictiva perversion
que fluia intensa y docil de su lengua
y de su voz nacian las obscenidades mas tiernas.
La represion no tenia lugar en su mente,
ella solamente deseaba sentir, vibrar, gozar...
Ella podia gemir el abecedario
al derecho y al reves,
pariendo orgasmos huerfanos
haciendo trizas la serenidad de la carne.
Ella tejia con el vello de su pubis
la red que me atraparia
y de la que nunca podria escapar.
Con su regazo iluminado a la espera de mi sexo,
que martir de sus deseos mas ardientes
se hacia esclavo y obsesionaba
con el calor de su cuerpo.
Ella, la culpable de mi desvelo,
quien me enveneno con sus flujos
matandome de amor.
La que con sus caprichosos besos
que se niegan a abandonar mi piel
la hacen ser parte de mi ser.
Ella, mi musa inspiradora,
la que antes de irse
me dejo su sangre en tinta,
para que simplemente pueda cumplir
con el apocalipsis de mi vida...
Terminar esta poesia.